Tolmo De Minateda: Un Viaje Por El Legado Íbero, Romano Y Visigodo del Hotel Universidad en Albacete. Web Oficial.

 

Tolmo de Minateda: un viaje por el legado íbero, romano y visigodo

En el corazón del sureste peninsular, entre colinas doradas y horizontes infinitos, se esconde un lugar donde la historia palpita.

En el corazón del sureste peninsular, entre colinas doradas y horizontes infinitos, se esconde un lugar donde la historia palpita. El Tolmo de Minateda, situado muy cerca de Hellín (Albacete), es uno de esos rincones que te hacen viajar en el tiempo sin necesidad de cerrar los ojos. Declarado Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha, este enclave milenario permite recorrer en unas pocas horas casi tres mil años de historia. Aquí, entre piedras silenciosas y paisajes que roban el aliento, íberos, romanos y visigodos siguen susurrando sus secretos a quien se atreve a escuchar.  

Una colina que fue ciudad, fortaleza y mito

El Tolmo se alza sobre un cerro imponente que domina el valle del río Mundo. Su ubicación no es casual: desde allí se controlaban las rutas naturales del sureste peninsular. Por eso, desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media, este lugar fue habitado de manera casi ininterrumpida. ¿Te imaginas cuántas vidas, idiomas y creencias pasaron por aquí?

Primero llegaron los íberos, que levantaron una ciudad fortificada con murallas y sistemas defensivos. Luego, los romanos incorporaron el asentamiento a su red urbana reforzando las murallas. Más tarde, durante la época visigoda, el Tolmo vivió su gran esplendor: se convirtió en una ciudad episcopal, una auténtica capital regional con edificios religiosos, administrativos y viviendas señoriales.

Cada capa de piedra cuenta una historia. Y todas juntas convierten este cerro en una enciclopedia viva de civilizaciones.

Lo que no puedes perderte

Nada más llegar al Parque Arqueológico del Tolmo de Minateda, el visitante siente que camina sobre historia. Las murallas íberas, aún visibles, muestran la solidez de un pueblo que dominaba la ingeniería militar. La puerta monumental —uno de los elementos más impresionantes del yacimiento— servía como entrada principal y conserva buena parte de su estructura original.

Entre los restos destacan almazaras, aljibes, canteras…pero el verdadero tesoro es la basílica visigoda, un edificio singular del siglo VI que los arqueólogos consideran uno de los ejemplos más valiosos de la arquitectura visigoda en toda la Península. A su alrededor se extiende una necrópolis que guarda tumbas de distintas épocas, testigo de la continuidad del lugar a lo largo de los siglos.

Un paisaje con historia… y alma

Más allá de las ruinas, el entorno del Tolmo es una joya natural. Desde su cima se disfrutan panorámicas que dejan sin aliento: el valle del río Mundo, los campos infinitos de la comarca y, muy cerca, la Cueva de Minateda, cuyas pinturas fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Si visitas este lugar en otoño, el paisaje se tiñe de tonos cobrizos y dorados, el aire huele a romero y tomillo, y el silencio solo se rompe con el sonido del viento entre las piedras. Es entonces cuando el Tolmo parece despertar y susurra historias que se confunden con la brisa.

Cómo visitar el Tolmo de Minateda

Llegar al Tolmo es sencillo: está a tan solo 11,2 km de Hellín y cuenta con acceso señalizado y aparcamiento. En la entrada encontrarás el Centro de Interpretación, donde podrás disfrutar de audiovisuales, maquetas y piezas originales que te ayudarán a entender mejor el yacimiento antes de recorrerlo.

Las visitas guiadas —muy recomendables— se organizan en diferentes horarios y permiten descubrir cada rincón con explicaciones detalladas sobre los hallazgos arqueológicos. El recorrido completo está adaptado a todos los públicos. Además, el parque dispone de zonas de descanso y miradores panorámicos con vistas espectaculares.

Hellín, una escapada con sabor a tradición

Después de visitar el Tolmo, merece la pena dedicar un tiempo a Hellín, una ciudad con una rica herencia cultural. Su casco antiguo conserva el encanto de los pueblos manchegos, y su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, es una de las más impresionantes de España. También puedes aprovechar para degustar la gastronomía local —como el gazpacho manchego o las migas ruleras— en alguno de los restaurantes tradicionales o disfrutar de una copa de vino de la zona al atardecer.

Un viaje que conecta pasado y presente

El Tolmo de Minateda no es solo un conjunto de ruinas: es una experiencia. Aquí, el pasado se toca, se ve y se imagina. Cada piedra guarda la huella de los pueblos que forjaron nuestra historia; cada rincón ofrece una lección de arqueología viva.

Explorar este parque arqueológico es caminar entre civilizaciones, admirar cómo la historia y la naturaleza conviven y descubrir que el tiempo, cuando se detiene en lugares así, tiene el poder de emocionarnos.

Así que si te apasiona la historia, la arqueología o simplemente buscas un plan diferente en Albacete, prepárate para un viaje por el alma de la Península Ibérica. Porque en el Tolmo de Minateda, el pasado no está enterrado… sigue respirando bajo tus pies.

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